Misión

Centrados en Jesucristo y arraigados en una profunda vida espiritual, fortalecemos nuestra familia mundial a través de reuniones continuas; presencia pastoral; amistades mutuas; y el cultivo de la adoración, el compañerismo y la unidad. 

Impulsados por la Gran Comisión, lideramos con un compromiso apasionado con el testimonio del Evangelio en todos los contextos y grupos de personas, fomentamos las asociaciones multidireccionales que conectan a las personas y a las iglesias, y fomentamos la misión y el evangelismo globales.

Con el reto de amar generosamente a nuestro prójimo, respondemos a las personas necesitadas; colaboramos en tiempos de crisis; ponemos en red a los organismos; apoyamos la sostenibilidad y el cuidado de la creación; desarrollamos capacidades; potenciamos el compromiso de las iglesias locales; y aportamos recursos para la ayuda, el socorro y el desarrollo comunitario. 

Comprometidos con una comprensión bíblica de la imagen de Dios en cada persona, defendemos una ética de la vida; apoyamos la libertad religiosa para todos; nos solidarizamos con los marginados; abogamos a todos los niveles; formamos y trabajamos en red de forma proactiva; y nos movilizamos por la libertad religiosa, los derechos humanos y la justicia.

Llamados al discipulado, promovemos la formación multicultural y multilingüe, capacitamos a la próxima generación de líderes, fomentamos el diálogo y la praxis significativos, y nos comprometemos con la reflexión teológica pertinente y el liderazgo transformador.